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¿Qué debes saber cuando quieres tener un hijo?

Su cuerpo debe estar cuidadosamente preparado para el gran evento.


Factores que influyen la fertilidad


La concepción de un hijo depende de ambas parejas por igual. Normalmente, las parejas que quieren un hijo buscan consejos con respecto a lo que pueden hacer para maximizar sus posibilidades para concebirlo. Este capítulo tiene el objetivo de informarles sobre los efectos de la edad y del estilo de vida sobre la fertilidad y la importancia de la sincronización y de la salud antes de concebir.

Edad, ciclo menstrual y ovulación

Durante los primeros años de adolescencia, a menudo, las chicas tienen la ovulación en intervalos irregulares, lo cual significa ciclos menstruales irregulares, pero alrededor de la edad de 16 años, la ovulación y el ciclo menstrual se está regulando. Los ciclos permanecerán regulados, con una duración entre 26 y 35 días, generalmente hasta la edad de 45 años, cuando se acortan. Si dentro de 1 año una mujer no tuvo ninguna menstruación, esto significa que entró en menopausia.

A medida que se está envejeciendo, la fertilización disminuye como consecuencia de los cambios normales relacionados con la edad, que se producen a nivel de los ovarios. A diferencia de los hombres que continúan producir semen durante toda su vida, las mujeres están dotadas desde su nacimiento con todos los folículos (que llevan óvulos) que tendrán alguna vez. Al nacer, en los ovarios hay aproximadamente un millón de folículos. Hasta la pubertad, su número va a disminuir hasta aproximadamente 300.000. De éstos, sólo alrededor de 300 van a ovular durante los años de reproducción, y el resto se están perdiendo a través de la atresia, un proceso degenerativo que se produce indiferentemente si las mujeres están embarazadas, tienen ciclos menstruales normales, usan o no métodos anticonceptivos o siguen un tratamiento contra la infertilidad.

La fertilidad de las mujeres mayores

La frecuencia de la infertilidad y del aborto espontáneo aumenta con el envejecimiento. En mujeres, la cima de la fertilidad es a los 27 años y empieza a reducirse después de los 30, sobre todo debido al envejecimiento de los óvulos. Cada mes que se intenta concebir un hijo, una mujer sana de 30 años tiene 20% posibilidades de quedarse embarazada. Hasta 40 años, las posibilidades se están reduciendo al nivel de alrededor 5% en cada ciclo.

Las mujeres no permanecen fértiles hasta la menopausia. La edad promedia para la menopausia es de 51 años, pero la mayoría de las mujeres llega a la imposibilidad de tener un embarazo con éxito alrededor de la edad de 45 años. Estos porcentajes son válidos para la concepción natural, pero también para la concepción a través de tratamientos de fertilidad, incluso la fertilización in vitro. La pérdida de la fertilización femenina a causa del envejecimiento se produce debido a la disminución gradual de los óvulos y de su número.


En el periodo después de la ovulación hay que comer sano, liberarse de cualquier tensión y buscar métodos para relajarse y sostener la implantación con éxito en el endometrio del óvulo fecundado.



Un estilo de vida sano puede mejorar la capacidad de concebir de una mujer.


El paso más importante que puedes hacer al prepararte para la concepción es analizando tu estado general de salud y asumiendo algunos cambios para mejorarlo. No solo vas a aumentar las posibilidades de concebir un hijo, pero al mismo tiempo vas a poder preparar el terreno para un embarazo saludable. Hay algunos cambios claves del estilo de vida que están directamente relacionados con la fertilidad y la salud del niño. Puedes mejorar tu estilo de vida, añadiendo en la rutina diaria algunos ejercicios físicos, técnicas de relajo, más sueño y reposo, la elección de unas comidas equilibradas y el consumo de vitaminas prenatales.

Alimentación

La alimentación influye cada etapa del proceso de reproducción, desde la formación de los espermatozoides y la maduración de los óvulos hasta la formación de la leche materna - procesos basados en las vitaminas, minerales, los aminoácidos y ácidos grasos que el organismo los extrae de los alimentos.

Hay algunas sustancias nutritivas que influyen directamente la fertilidad femenina, tales como el zinc y las vitaminas B6, C y E. Al escoger una dieta equilibrada es una inversión en tu propio cuerpo, en la fertilidad y en la salud de tu hijo. Es importante comenzar la preparación para tener un embarazo saludable antes de concebir, para asegurar tanto el desarrollo saludable del feto, como para disminuir o prevenir las complicaciones del embarazo.

Desarrollo saludable del feto

Es posible que los siguientes elementos nutritivos no influyan tus posibilidades de quedarte embarazada, pero contribuyen al desarrollo sano del niño desde el inicio. Deberías incluir las siguientes vitaminas y minerales en la dieta, porque son necesarias para el niño desde los primeros días de desarrollo y a lo largo del embarazo:

  • Ácido fólico: asegura una aportación diaria de al menos 400 microgramos, antes de concebir. Después de quedarte embarazada, la dosis diaria deberá augmentar hasta 600 microgramos. El ácido fólico se puede obtener consumiendo verduras de hojas de color oscuro, cereales integrales, pan y cereales fortificadas y vitaminas prenatales.
  • Calcio: es importante para las mujeres que consuman al menos 1 000 mg de calcio al día. El calcio contribuye al desarrollo óseo. se puede obtener consumiendo leche, queso de vaca, yogur y ciertos quesos.

ProFecund contiene 400 microgramos de Quatrefolic™, que es un folato activo (ácido fólico bio-activo, 100% biodisponible)


Prevención de las complicaciones del embarazo

Las siguentes sustancias nutritivas deberían formar parte de tu dieta de fertilidad, porque contribuyen a la prevención de las anomalías del hijo durante el embarazo y ayuda a disminuir el riesgo de un aborto espontáneo. Asegúrate que tu dieta lleva estos alimentos que son fuentes de magnesio, selenio y manganeso.

Vitaminele prenatale

Este indicat sa incepeti sa consumati vitamine prenatale atunci cand incercati sa ramaneti gravida. De ce inainte? Amintiti-va ca un corp sanatos ofera baza pentru o conceptie si o sarcina sanatoasa. Daca incepeti sa luati vitamine prenatale acum, corpul dumneavoastra va fi gata pentru sarcina, ceea ce va ajuta la minimizarea complicatiilor si va asigura dezvoltarea sanatoasa a fatului. In plus, multe dintre substantele nutritive esentiale pentru conceptie se gasesc in vitaminele prenatale.

Peso

Si intentas quedarte embarazada (o lo planeas en el futuro), deberías saber que el peso excesivo afecta tus posibilidades de concebir y de tener un hijo sano.

El sobrepeso puede afectar la fertilidad de una mujer. Si piensas quedarte embarazada durante el próximo año o durante los próximos años, una dieta sana y los ejercicios físicos hechos con regularidad pueden estimular la fertilidad. Aunque pierdas solo algunos kilos de peso, ello puede marcar la diferencia. El peso del futuro padre también puede afectar las posibilidades de quedarte embarazada.

Para las mujeres que padecen de diabetes mellitus, es muy importante planear el embarazo. Si es posible, es recomendable revisar el estado general de salud al menos tres hasta seis meses antes de intentar quedarte embarazada.

Tabaquismo

Las fumadoras necesitan más tiempo para concebir que las no fumadoras y también son más susceptibles a tener problemas de fertilidad.

La mayoría de las sustancias del humo de cigarro interfiere con la capacidad de las células de los ovarios de producir estrógeno, haciendo que los óvulos sean predispuestos a anomalías genéticas. Debido a que el tabaquismo afecta el material genético de los óvulos y espermatozoides, las tasas de aborto espontáneo y de recién nacidos con problemas congénitos son superiores en las parejas fumadoras. Hay más probabilidades en mujeres fumadora que tengan un embarazo no saludable desde el punto de vista cromosómico (a saber, un embarazo afectado por el síndrome de Down) que en madres no fumadoras. Los embarazos ectópicos (extrauterinos) y los trabajos de parto prematuro también son más frecuentes en las personas fumadoras de sexo femenino.

Las diferentes sustancias nocivas de la composición del alquitrán se infiltran en el moco del cuello uterino, haciendo más difícil que los espermatozoides avancen hacia el útero.

En el moco del cérvix, el nivel de la concentración de nicotina es 10 - 20 veces mayor que en la sangre. Por un lado, esto es lo que impide que el óvulo fecundado se implante, y por otro lado, tiene una influencia tóxica sobre el embrión. En mujeres fumadoras, ciertas sustancias de la composición de la nicotina comprometen la madurez de los folículos uterinos, lo que impide el desarrollo normal de los óvulos.

Riscul de infertilitate poate fi de doua ori mai mare decat in randul nefumatorilor, iar in timpul sarcinii, fumatul expune copilul la probleme de sanatate. El riesgo de infertilidad es dos veces mayor que en las personas no fumadoras, y durante el embarazo, al fumar, puede exponer el niño a problemas de salud.

¿La buena noticia? Se estima que la mayoría de los efectos negativos del tabaquismo sobre la fertilidad está invertida después de un año al dejar de fumar.


¿Quieres quedarte embarazada? ¿Entonces, para qué esperar a llegar a este punto para dejar de fumar? ¡Deja ya de fumar y compórtate como si estuvieras ya embarazada! Esto aumentará tus posibilidades de que el feto se instale.


El alcohol

Hay pocas pruebas científicas con respecto a la manera en la cual el consumo bajo hasta moderado de alcohol pueda afectar la fertilidad femenina. A menudo, la gente tiene dificultades en reportar con precisión el consumo de alcohol y es difícil realizar una investigación que aísle el impacto del alcohol como factor que influye la fertilidad.

Seguramente, pero, el consumo de alcohol en exceso puede afectar la fertilidad, aumentando el periodo de tiempo necesario para concebir y reduciendo las posibilidades de tener un hijo sano. En mujeres, el alcohol causa desequilibrios del sistema hormonal que controla la reproducción. Incluso las pequeñas cantidades de alcohol pueden afectar el ciclo menstrual y pueden disminuir las posibilidades de concebir un bebé.

La más sana opción es de no consumir alcohol durante el periodo cuando intentáis concebir. Si una mujer que quiere quedarse embarazada escoge a consumir alcohol, se recomienda que no exceda una hasta dos unidades de alcohol, una o dos veces por semana (dos unidades de alcohol son el equivalente de 175 ml de vino) y que no exceda el límite de la lucidez.

Ejercicios físicos

Los ejercicios físicos a intensidad moderada (por ejemplo, un paseo enérgico) durante 30 minutos al día son la recomendación actual para todos los adultos y este nivel de movimiento físico es beneficioso para la fertilidad. Algunos estudios sugieren que más de 3 - 5 horas de ejercicios físicos intensos por semana pueden disminuir la fertilidad en mujeres.

Los programas de entrenamiento de alta intensidad pueden cambiar el equilibrio hormonal, pueden alterar la ovulación y todo el ciclo menstrual. Al mismo tiempo, los estudios demuestran que un estilo de vida sedentario puede perjudicar la fertilidad, de tal manera que, en efecto, se trata de moderación.

Los ejercicios intensos, agotadores y prolongados aumentan el nivel de cortisol y disminuyen los niveles de las hormonas tiroideas. Las hormonas tiroideas estimulan el metabolismo y seguramente no queremos que éste se reduzca tras unos ejercicios físicos. Incluso después de 24 horas de recuperación post-entrenamiento, el nivel de cortisol permanece alto, y el de las hormonas tiroideas permanece bajo. Estas hormonas están relacionados con una buena salud de las glándulas suprarrenales, que, a su vez, influyen directamente la función tiroidea y la manera en la cual el organismo gestiona el estrés a largo plazo, todo esto puede tener un impacto negativo para el equilibrio hormonal general y de la fertilidad.

Está demostrado que los ejercicios físicos moderados y regulares fortalecen los músculos, aumentan la flexibilidad, estimulan la circulación, disminuyen el estrés, previenen la depresión y la ansiedad, fomentando al mismo tiempo la desintoxicación de las hormonas en exceso y la liberación de las toxinas del organismo. Todos estos beneficios hacen que los ejercicios físicos moderados y regulados sean esenciales para la preparación de un embarazo. Las mujeres que intentan quedarse embarazadas deberían seguir con regularidad un plan de ejercicios físicos a un nivel moderado, durante 30 minutos diariamente, 3 veces por semana.

El estrés

Puede parecer irreal, pero nuestros cuerpos son diseñados de tal forma que no se permita la concepción durante los periodos con estrés máximo.

Investigaciones recientes demuestran que, tanto en mujeres como en hombres, el estrés aumenta los niveles de hormonas del estrés, como la adrenalina, noradrenalina y el cortisol. Éstas pueden inhibir la liberación de la gonadotropina (GnRH), la principal hormona del organismo, responsable por la liberación de las hormonas sexuales. Posteriormente, esto puede suprimir la ovulación en mujeres y puede disminuir el número de espermatozoides en hombres, respectivamente, y determina una libido disminuida tanto en mujeres como en hombres. El estrés crónico lleva a la falta de libido, como a una disminución de la fertilidad, en general. De esta manera, esto se volvió un problema tan común que recibió una denominación específica: disfunción reproductiva inducida por el estrés.

El intento de llevar a cabo un embarazo en periodos de estrés intenso expone a riesgo el feto. El organismo lo conoce, por lo cual, se está creando un entorno desfavorable a la concepción. En general, una persona estresada es una persona enfermiza. La gente que vive permanentemente con un alto nivel de estrés está, por lo general, cansada y con mucha tensión nerviosa, lo que la determina a escoger una alimentación y un estilo de vida poco saludable. Si efectuaste pruebas de fertilidad y notaste que no hay ninguna razón médica para tu infertilidad, es el momento de analizar el nivel de estrés al que te enfrentas. Intenta adoptar cambios en tu vida, de tal manera que te sientas más relajada. Una nutrición saludable, los ejercicios físicos y de yoga o meditación pueden ayudar a disminuir el estrés.

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En primer lugar, la concepción depende del momento en que tiene lugar el contacto sexual.


La gente no sabe cuando tener sexo.

En todos los animales, excepto los humanos, el impulso sexual está relacionado con el momento de la ovulación de la hembra. La tendencia de tener sexo en cualquier momento de un mes o año es específica solo a la especie humana; esto es lo que nos separa del reino animal y, desde el punto de vista de la reproducción de la especie, es totalmente ineficiente.

Solo hay un periodo muy corto, solo algunos días cada mes, en los que el contacto sexual puede llevar a un embarazo. Si no se produce en el periodo entorno a la ovulación, la probabilidad de tener un embarazo se disminuye considerablemente. En la mayoría de los animales, excepto los humanos, el contacto sexual se produce exclusivamente en este preciso momento, cuando haya posibilidades máximas de que todo se finalice con un embarazo.

El ciclo menstrual puede indicar sobre el momento cuando el cuerpo de la mujer está preparado para el embarazo. En cuanto al óvulo, hay solamente un periodo de 12 hasta 24 horas cuando una mujer puede concebir. Por lo tanto, ¿cómo podemos saber cuál es el intervalo fértil? La respuesta está entorno a la ovulación y al ciclo menstrual. Al entender el ciclo menstrual y la ovulación, puedes identificare el intervalo de tiempo óptimo para concebir, a saber, los días fértiles. Estamos hablando de los días del ciclo menstrual de una mujer en los cuales es posible concebir, es decir, solo los cinco días antes de la ovulación, más el día de la ovulación. Estos seis días representan el intervalo fértil del ciclo de una mujer y refleja el ciclo de vida del semen (alrededor de 5 días) y el ciclo de vida del óvulo (solo 24 horas). Si una mujer tiene relaciones sexuales seis o más días antes de ovular, la posibilidad de quedarse embarazada es prácticamente cero. Si el contacto sexual se produce cinco días antes de la ovulación, las posibilidades de concebir son aproximadamente 10%. Las posibilidades de concebir aumentan constantemente durante los dos días anteriores y en el día de la ovulación. Si una mujer tiene relaciones sexuales en cualquier de estos días, tiene probabilidades entre 27 y 33% de quedarse embarazada. Al final del intervalo fértil, la probabilidad de concebir se reduce rápidamente y, tras 12 - 24 horas después de su ovulación, una mujer ya no tiene la capacidad de quedarse embarazada durante aquel ciclo. Para poder optimizar las posibilidades de concebir, para las mujeres que no consiguen identificar el periodo fértil o cuando están ovulando, se les recomienda tener relaciones sexuales cada 2 - 3 días. Los espermatozoides pueden sobrevivir en el cuerpo de la mujer durante 3 - 5 días. Sin embargo, un óvulo liberado del ovario sobrevive solo 12 - 24 horas. Las tasas de concepción más altas fueron reportadas cuando el óvulo y el semen se encontraron durante las primeras 4 - 6 horas tras la ovulación. Es importante saber que el seguimiento de la ovulación no es imposible; para más información, véase el capítulo Identificación de los días fértiles. Sin embargo, para la mayoría de las parejas, todo se reducirá a tener relaciones sexuales muy a menudo durante el periodo adecuado del ciclo menstrual.

Por otra parte, ésta es el método más fácil, barato y seguro para concebir un hijo.

Aunque lleves un estilo de vida saludable, tu fertilidad puede ser afectada por otros problemas de salud. Antes de concebir, se recomienda seguir un examen médico, en el cual el médico evaluará si padeces o estás predispuesta a diabetes mellitus o a riesgos de diabetes gestacional, hipertensión arterial, anemia, problemas tiroideas, enfermedades de transmisión sexual. El médico también evaluará la inmunidad a la rubeola y varicela.

Examinará tu historial médico, evaluando los tratamientos médicos que estás siguiendo, los embarazos anteriores, tu salud física y tu régimen alimentario, la actividad física y el historial de la familia. El médico sabrá qué recomendarte según tus necesidades.

Disfunción ovulatoria

Cuando la ovulación no se produce de forma regular, el médico le va a decir que padece de una disfunción ovulatoria. Por suerte, acaba de comprar ProFecund, y este trastorno es uno para los que el producto resulta ser muy eficiente.

La ovulación es un proceso complejo, que depende de una cantidad adecuada de ciertas hormonas necesarias en algunos momentos del ciclo menstrual. Cualquier cosa que puede alterar la regulación hormonal del ciclo femenino y puede llevar a la disfunción ovulatoria. El hipotálamo y la hipófisis (glándula pituitaria), órganos que se encuentran a nivel del cerebro, tienen un papel importante en la regulación de la cantidad de FSH y LH. Al inicio del ciclo menstrual, las cantidades inadecuadas de estas hormonas pueden provocar disfunciones ovulatorias. Por lo tanto, cualquier cambio de la manera en la cual funciona el hipotálamo y la glándula pituitaria puede afectar la ovulación. Hasta 30 - 40% de las mujeres se puede enfrentar a disfunciones ovulatorias.

La disfunción ovulatoria puede ocurrir por varias razones que incluyen: los desequilibrios hormonales debidos a las disfunciones del hipotálamo, de la glándula pituitaria y de los ovarios (el trastorno más frecuente debido a estos desequilibrios lo representa el síndrome de los ovarios poliquísticos), hiperprolactinemia, sobrepeso y bajo peso, practicar ejercicios físicos en exceso, disfunción tiroidea, insuficiencia ovárica prematura, reserva ovárica disminuida, estrés.

El síntoma notado más a menudo en mujeres con disfunción ovulatoria es la falta de regularidad (incluso ausente) del ciclo menstrual. Normalmente, las mujeres con disfunción ovulatoria tienen ciclos menstruales más cortos de 21 días o más largos de 35 días. Muchas veces, la duración de los ciclos varían mucho de un mes al otro y a menudo no se presenta ninguno de los síntomas habituales del inicio del ciclo menstrual.

Amenorrea es el término médico para denominar la ausencia de la menstruación durante seis meses o más. De vez en cuando, hay trastornos uterinos que pueden provocar una pérdida de la menstruación, pero, por lo general, esto significa que el ovario no libera un óvulo y, por lo tanto, el útero no recibe ningún mensaje hormonal del ovario con respecto al comienzo del ciclo normal de ovulación.


El efecto más importante del tratamiento con ProFecund es precisamente el hecho de equilibrar el sistema hormonal y, por lo tanto, la regulación de la ovulación.


Oligomenorrea es un otro síntoma de la disfunción ovulatoria. Esto significa que hay unos ciclos menstruales irregulares, con un intervalo de tiempo elevado entre ellos, desde dos hasta cuatro meses. Es posible que las mujeres que tienen solo tres hasta seis ciclos menstruales al año ovulen de vez en cuando, pero en muchos casos, el sangrado irregular que surge es de tipo anovulatorio, y se debe a una pequeña cantidad de estrógeno. Esto determina el engrosamiento del endometrio (el moco del útero), pero sin que esto se relacione con el desarrollo y la madurez completa de un óvulo. En fin, un último síntoma que lo describimos es el ciclo corto (o déficit de fase lútea). Esto se manifiesta en mujeres con ciclos menstruales inferiores a 25 días, sobre todo si la segunda parte del ciclo, después de la ovulación, es más corta de que debería ser. Este fenómeno se denomina déficit (o insuficiencia) de fase lútea y significa que el útero no tiene suficiente tiempo que se prepare para recibir un embarazo. El déficit de fase lútea, a menudo, se relaciona con un valor inferior de la progesterona en la segunda parte del ciclo menstrual.

La disfunción ovulatoria se puede reconocer solo si la mujer le resulta difícil concebir un hijo. Sin embargo, hay excepciones en las cuales incluso mujeres con ciclos muy regulados, constantes se encuentran en la imposibilidad de ovular. El historial médico es útil para diagnosticar los trastornos de ovulación. El médico puede pedir hare unas pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico y, normalmente, los síntomas indicarán qué análisis hormonales y ecografías serán necesarias durante la examinación.

Si la ovulación no se produce, se recomiendan tratamientos farmacológicos para estimular la ovulación. Durante el tratamiento se lleva a cabo una supervisión atenta del periodo de ovulación; ésta implica realizar varias ecografías y pruebas de sangre.


El extracto especial estandardizado de Vitex agnus-castus de ProFecund equilibra el balance hormonal, regulando de esta forma el ciclo menstrual


Síndrome de ovarios poliquísticos (SOP)

El SOP representa un trastorno de la función ovárica, debido a los desequilibrios hormonales que reducen o impiden la ovulación. Por lo general, las mujeres que padecen de este síndrome tienen una producción inadecuada de la hormona foliculoestimulante (FSH) y de la hormona luteinizante (LH), lo que hace que los óvulos no se desarrollen completamente y que el nivel de testosterona y de otras hormonas androgénicas aumente. Estas mujeres también tienen un metabolismo anormal de la insulina, que empeora con la anovulación, aumenta el nivel de las hormonas androgénicas y lleva a sobrepeso.

Las causas que determinan el SOP no están completamente comprendidas. Está claro que hay una causa genética, porque hay mayor probabilidad que una mujer desarrolle el SOP si su madre o su hermana tiene este problema. También se conoce el hecho de que los signos incoherentes desde el cerebro hacia los ovarios afectan la producción de las hormonas ováricas, lo que empeora más la condición de la mujer.

El desequilibrio hormonal con el cual se enfrentan las mujeres con SOP determina ciclos menstruales irregulares:

  • Amenorrea y oligomenorrea:como los ovarios no producen óvulos de manera segura, a menudo, el nivel del estrógeno está disminuido. Por lo tanto, el útero recibe pocos mensajes para espesar su moco. Porque no se produce la ovulación, ni el nivel de la progesterona no aumenta suficientemente para desencadenar la menstruación. Las pacientes que padecen de este síndrome, por lo tanto, muchas veces tienen pocas menstruaciones o que son completamente ausentes.
  • Menstruaciones abundantes o irregulares: ocurren más a menudo en mujeres con SOP que exceden el peso promedio. Las mujeres con este tipo de menstruación necesitan una investigación del moco uterino a través de la histeroscopia y biopsia, para asegurarse de no desarrollar cambios cancerosos o precancerosos.

Muchas mujeres con SOP llevan en la sangre un un alto nivel de hormonas masculinas (androgénicas). Estas hormonas son producidas, sobre todo, por los ovarios, que actúan de una forma anormal, pero también se producen en el tejido adiposo del organismo. Para casi la mitad de las mujeres con SOP, el principal problema lo representa el sobrepeso, y el tejido adiposo en exceso contribuye a los niveles anormalmente elevados de hormonas masculinas. Estas hormonas masculinas contribuyen a unos de los síntomas del SOP, incluso el acné, crecimiento anormal del vello y, con menor frecuencia, la voz más grave.

Mira como el SOP influye la fertilidad. Los problemas más comunes relacionados con el SOP son la disfunción ovárica y la ovulación anormal. Ambos predisponen a la infertilidad. Sin embargo, debe destacarse el hecho de que hay muchas mujeres que padecen de una forma leve de SOP; ellas pueden quedarse embarazadas. No todas las mujeres con SOP no ovulan. Algunas mujeres pueden ovular con menor regularidad que las mujeres con ciclos normales de 28 días, tal vez solo algunas veces al año, pero en cada ciclo cuando se produce la ovulación, existe la oportunidad de quedarse embarazadas.

Parece que también hay una relación entre la endometriosis y el SOP. Hay muchas teorías con respecto a las causas de la endometriosis, pero esta enfermedad parece ser más frecuente en mujeres con un entorno hormonal desequilibrado y ovulación inadecuada. Ésta podría ser una pista para investigar a las mujeres con SOP y los problemas de fertilidad para la endometriosis relacionada. El historial médico y el examen pélvico son necesarios para diagnosticar el SOP. Normalmente se necesitan también otras pruebas para confirmar el diagnóstico, tales como el análisis del nivel de las hormonas que hay en la sangre (FSH, LH, estrógeno, hormonas androgénicas), ecografía, biopsia endometrial.

El tratamiento dependerá de sus necesidades específicas. El sobrepeso puede empeorar la condición, así que la reducción de peso podría ayudar a mejorar el equilibrio hormonal. Si quiere quedarse embarazada, entonces se podrían prescribir medicinas para estimular la ovulación. Se pueden prescribir medicinas indicadas para el diabetes, que pueden ayudar al cuerpo que sea más sensible a la insulina y que lleve a una ovulación regular.

Problemas de las trompas uterinas

Una de las causas más frecuentes de infertilidad son los trastornos de las trompas uterinas, donde una o ambas trompas están bloqueadas o afectadas.

La trompa uterina es un conducto a través del cual el óvulo llega de los ovarios al útero. Durante la ovulación, el óvulo está liberado del ovario y tomado por las fimbrias del final de la trompa uterina, que tiene el aspecto de unos dedos que abrazan el ovario vecino. El óvulo se queda aquí durante un día y de aquí se producirá la fertilización, si se encuentra con los espermatozoides que pasaron por el cérvix, por el útero, hasta el interior de las trompas uterinas. Posteriormente, los cilios del interior de la trompa empujarán el óvulo fecundado hasta el útero, donde se quedará aproximadamente tres días más, antes de implantarse en la pared uterina.

Casi 25% de los casos detectados con infertilidad se basan en causas tubáricas. Esta es una condición médica que se puede tratar con éxito por medio de cirugía o se puede evitar por medio de la fertilización in vitro.

    Causas de la infertilidad tubárica

    La infertilidad tubárica se debe a varios trastornos, ubicados a nivel de las trompas uterinas:

    • bloqueo total o parcial de las trompas
    • cicatrices o adherencias en las trompas u otras lesiones o daños causados por los quistes, procedimientos quirúrgicos abdominales etc.
    • embarazos extrauterinos en los antecedentes
    • infecciones no tratadas a tiempo

    La causa principal de este tipo de infertilidad la representa las infecciones pélvicas frecuentes. La más común de todas es la enfermedad inflamatoria pélvica (o la anexitis). Ésta es causada, a su vez, por infecciones de transmisión sexual, provocadas por dos bacterias, Chlamydia trachomatis, y Neisseria gonorrhoeae, respectivamente. Estas infecciones se pueden mover del cuello uterino, por el útero, hasta las trompas uterinas.

    La infección provoca una intensa inflamación de estos tejidos. Mientras que el organismo lucha contra la infección, las bacterias, los glóbulos blancos de la sangre y otros fluidos (un líquido conocido popularmente como pus) llenan las trompas uterinas. El moco de las trompas uterinas puede ser afectado de forma permanente y la apertura de la trompa al lado del ovario puede ser parcial o completamente bloqueada. A menudo, se formará un tejido cicatricial en la parte exterior de las trompas y del útero. Las infecciones pueden dañar los cilios del revestimiento de las trompas uterinas, ya que son ellos que facilitan el transporte del óvulo. Sin ellos, el óvulo no puede encontrar los espermatozoides o, si un óvulo es fecundado, éste ya no puede llegar al útero. Todos estos factores pueden comprometer el funcionamiento normal de los ovarios o de las trompas uterinas y disminuyen en el futuro las posibilidades de concebir o pueden llevar a un embarazo extrauterino que puede dañar mucho más las trompas uterinas.

    Otra causa de la infertilidad debida a las trompas uterinas son los tejidos cicatriciales derivados de la endometriosis (véase las siguientes páginas) o como resultado de unas cirugías abdominales (incluso la cesárea). Estos pueden impedir que el óvulo entre en la trompa uterina o que pase por ésta en el útero. Atar las trompas uterinas también les puede dañar.

    Diagnóstico de la infertilidad tubárica

    La mayoría de los trastornos que está causando la infertilidad tubárica son asintomáticos. A menudo, las mujeres que se encuentran en este estado no se dan cuenta de que sus trompas uterinas están bloqueadas hasta que no se enfrentan a los problemas de fertilidad. Sin embargo, las mujeres con lesiones amplias de las trompas uterinas pueden presentar dolores pélvicos crónicos.

    El historial médico y el examen pélvico son necesarios para diagnosticar la enfermedad de las trompas uterinas. Se recomiendan también otros procedimientos para confirmar el diagnóstico, tales como: sonohisterografía, histerosalpingografía (HSG), laparoscopía, durante los cuales se puede extraer tejido cicatricial o el tejido endometrial que bloquea las trompas uterinas.

    Si hay trastornos relativamente menores de las trompas uterinas, es difícil establecer si el problema de la infertilidad se debe solamente al daño de las trompas uterinas. Pueden existir también otras causas importantes que contribuyen al estado de infertilidad.

    Tratamiento de la infertilidad tubárica

    Normalmente, el tratamiento para la infertilidad tubárica e o una cirugía en las trompas uterinas para reparar una parte de los daños, o una fertilización in vitro. Si el tejido cicatricial alrededor de las trompas uterinas representa la causa del problema, a menudo, éste se puede extraer quirúrgicamente. Si las trompas uterinas están dañadas, se pueden reparar quirúrgicamente, según el tipo y el grado de daño.

Endometriosis

El trastorno en el que el tejido que recubre el interior del útero, denominado tejido endometrial, crece en el exterior del útero se denomina endometriosis.

El tejido endometrial del interior y el exterior del útero reacciona a las hormonas del ciclo menstrual de forma similar: se hincha y engruesa para que después sea eliminado, marcando el inicio del siguiente ciclo. A diferencia de la sangre menstrual del útero, que se elimina por la vagina, la sangre del tejido endometrial que se halla en la cavidad abdominal no tiene ninguna manera de ser eliminado del cuerpo. En las zonas donde se acumula la sangre aparece una inflamación, formándose un tejido cicatricial. Éste puede bloquear las trompas uterinas o puede interferir con la ovulación. Además, el tejido endometrial en crecimiento dentro de los ovarios puede formar un tipo de quiste ovárico, llamado endometrioma, que puede interferir con la ovulación.

La endometriosis es una enfermedad progresiva. Tiende a empeorar con el tiempo y es posible reaparecer después del tratamiento. Por lo general, ésta mejora después de la menopausia.

    Causas de la endometriosis

    Con tantos avances científicos, la medicina no ha logrado todavía ofrecer una explicación completa para este trastorno. Hay varias teorías con respecto a las causas de la endometriosis, pero ninguna se ha demostrado con certeza. Las tres teorías principales incluyen:

    • menstruación retrógrada: la sangre menstrual no eliminado durante el flujo menstrual, que lleva células endometriales, puede subir por las trompas uterinas en el abdomen. Esta menstruación inversa lleva a una implantación anormal de tejido endometrial en la pelvis
    • la propagación de tejido endometrial en los vasos sanguíneos y linfáticos
    • metaplasia celómica que es la habilidad de las células de la cavidad pélvica de transformarse en tejido endometrial.

    Factores de riesgo

    La endometriosis es más frecuente en mujeres con ciclos menstruales ininterrumpidos durante un periodo más largo. Entre estas mujeres, se encuentran más a menudo las que nunca estuvieron embarazadas, las que tuvieron un inicio temprano del ciclo menstrual, y también las que llegan a menopausia a una edad avanzada. Por otro lado, la endometriosis se encuentra con menor frecuencia en mujeres que tienen interrupciones del ciclo menstrual, tales como las que tuvieron muchos embarazos y periodos largos de lactancia.

    La endometriosis también lleva un componente genético y puede ser hereditaria. Las mujeres que tienen parientes directos y que fueron diagnosticadas con endometriosis tienen una probabilidad de 7% de desarrollar la enfermedad, en comparación con posibilidades de 1% en el caso de las que no tienen antecedentes familiares. La endometriosis también es más frecuente en mujeres de etnia caucásica, en comparación con las mujeres afroamericanas y asiáticas. También hay una prevalencia significativamente mayor de endometriosis en mujeres con infertilidad en comparación con las fértiles.

    ¿Cómo afecta la endometriosis la fertilidad?

    La endometriosis puede afectar la fertilidad a través de varios mecanismos:
    • anatomía pélvica anormal o distorsionada
    • inflamación pélvica aumentada
    • inmunología pélvica cambiada
    • disfunción hormonal

    En la presencia de las adherencias o las distorsiones anatómicas significativas, la infertilidad se puede explicar de forma lógica a través de la interferencia mecánica en el momento en que el ovocito se toma y se lleva y a través del peristaltismo cambiado de las trompas uterinas. Sin embargo, a falta de distorsiones anatómicas de la pelvis, se explica un poco más la infertilidad relacionada con la endometriosis.

    Hay muchas teorías que explican el nivel bajo de fertilidad. Unas de ellas incluyen el cambio de la foliculogénesis, la disfunción ovulatoria, la fagocitosis del semen, la imposibilidad de la fecundación, la implantación defectuosa, la inhibición del crecimiento del embrión primigenio, el déficit de fase lútea y cambios inmunológicos. Los cambios inflamatorios crónicos de la cavidad peritoneal de las mujeres con endometriosis están relacionados con el aumento del volumen de fluido peritoneal y del número de macrófagos, con su concentración y actividad. Los leucocitos del líquido peritoneal está interfiriendo con la fertilidad a través de efectos citotóxicos directos o la liberación de citoquinas y enzimas proteolíticas en el entorno pélvico, que pueden afectar la función de reproducción o el crecimiento del embrión.

    Síntomas de la endometriosis

    La endometriosis se puede relacionar con dolores pélvicos, dismenorrea y/o infertilidad, sangrados abundantes e irregulares, pero también puede ser asintomática. Por lo general, la infertilidad es el síntoma más frecuente con el cual las mujeres se diagnostican con endometriosis. En mujeres con endometriosis no se conoce la incidencia de la infertilidad, pero la incidencia de la endometriosis en mujeres infértiles varía de 4, 5 a 33% (el promedio es de 14%).

    Diagnóstico de la endometriosis

    El diagnóstico definitivo de la endometriosis necesita biopsia quirúrgica o la visualización laparoscópica de las lesiones pélvicas. A veces, durante la laparoscopía se elimina tejido cicatricial y el tejido endometrial pegado a otros órganos. La presencia de un endometrioma en una sonograma pélvica también puede ayudar a establecer un diagnóstico clínico con certeza.

    Tratamiento de la endometriosis

    Por suerte, hay opciones médicas y quirúrgicas para el tratamiento de la endometriosis.

    Las medicinas alivian el dolor relacionado con la endometriosis, pero no la eliminan. Además, no hay ninguna prueba que sugiera que el tratamiento médico mejora la fertilidad. La terapia médica incluye tratamientos hormonales y medicamentos antiinflamatorios, que se pueden usar por separado o en combinación. La eficacia de estas diversas opciones de tratamiento médico se puede comparar.

    El tratamiento quirúrgico de la endometriosis se recomienda para restablecer la anatomía pélvica normal, muchas veces cambiada debido a las adhesiones y también para quitar la mayor cantidad posible de tejido anormal. Además, la cirugía es indicada para extraer los endometriomas, especialmente, cuando estos quistes exceden 2 cm.

    En general, durante 1 - 2 años del tratamiento quirúrgico, el embarazo se puede implantar en aproximadamente 65% de las mujeres operadas.


La endometriosis es una enfermedad muy seria. Si se enfrenta a menstruaciones abundantes o dolorosas o con dolores durante el contacto sexual, contacte de inmediato al médico!


Enfermedades de transmisión sexual

Las infecciones de transmisión sexual, sobre todo la gonorrea y Chlamydia, pueden afectar la fertilidad tanto en mujeres, como en hombres.

Hay una sola manera de evitar una infección de transmisión sexual. De hecho, hay dos, pero la segunda supone abstinencia total. Por lo tanto, es mejor tener sexo de forma segura, usando un condón. Cuando están preparadas a tener una familia, ambas parejas pueden hacerse pruebas con respecto a las enfermedades de transmisión sexual, para descartarse el riesgo de la transmisión a la otra pareja o al bebé.

Chlamydia es una infección bacteriana muy habitual que puede afectar cualquier persona que tuvo sexo sin protección. Se estima que al menos 75% de las mujeres y 40% de los hombres no presentan ningún síntoma. Además, dado que los síntomas de la infección con Chlamydia trachomatis pueden ser similares a los de otras enfermedades, tales como la candidiasis o cistitis, ellos pueden pasar por alto. Si aparecen, los síntomas pueden incluir dolores pélvicos, menstruaciones dolorosas o abundantes, dolor profundo durante el contacto sexual vaginal, sangrados entre las menstruaciones o después del contacto sexual, micción frecuente, con sensación quemante, secreciones vaginales inusuales.

Chlamydia produce la inflamación de la uretra (el tubo desde la vejiga a la apertura urinaria) y/o del cérvix (cuello uterino). Si no es tratada, la infección puede subir hacia el útero, las trompas uterinas y los ovarios, convirtiéndose en enfermedad inflamatoria pélvica. Ésta puede crear tejido cicatricial y adherencias. Como se ha visto más arriba, éstas pueden llevar a problemas graves para la salud, incluyendo dolores pélvicas crónicas, embarazo ectópico y problemas de fertilidad.

Los síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica incluyen: dolores abdominales y sensibilidad, dolor profundo durante el contacto sexual, menstruaciones dolorosas y abundantes, fiebre, secreción vaginal anormal, de color amarillo, marrón o verdoso o un crecimiento de la cantidad de secreción vaginal.

La infección con Chlamydia se cura con antibióticos.

La Gonorrea es una infección bacteriana que normalmente afecta la zona genital (aunque puede afectar también zonas a nivel del cuello o del ano). La gonorrea puede afectar tanto los hombres, como las mujeres y se transmite de manera muy fácil durante el contacto sexual, sea vaginal, anal u oral.

La gonorrea puede ser asintomática, lo que quiere decir que en mujeres puede quedarse indetectable durante mucho tiempo. Mitad de las mujeres infestadas no saben que están enfermas, y 10 - 40% de ellas desarrolla una enfermedad más grave. Cuando aparecen los síntomas, estos incluyen: secreciones vaginales anormales, dolor durante la micción, dolor durante el contacto sexual, dolor pélvico, ciclos menstruales irregulares, dolor en la garganta (para la gonorrea en la garganta), dolor y sangrado anal (para la infección anal), comezón.

Si no se trata y se extiende por el organismo, la gonorrea puede afectar el útero, exponiendo la mujer al riesgo de desarrollar la enfermedad inflamatoria pélvica, que es la posible causa de la infertilidad. Los síntomas de la enfermedad inflamatoria pélvica incluyen: dolores abdominales en la parte inferior y sensibilidad, dolor profundo durante el contacto sexual, menstruaciones dolorosas y abundantes, secreción vaginal anormal, de color amarillo, marrón o verdoso o un crecimiento de la cantidad de secreción vaginal, fiebre.

Como puedes ver, los síntomas de los dos procesos infecciosos son similares. Si notas alguno, no te autodiagnostiques. Solicita un consulto de tu médico, él será capaz de establecer un diagnóstico y un tratamiento correcto.

Fibroma uterino

Los fibromas son los tumores más frecuentes del aparato reproductor femenino. Un fibroma es un tumor firme, compacto, formado por células musculares lisas y tejido fibroso conjuntivo, que se desarrolla en el interior o exterior del útero. Se estima que entre 20% y 50% de las mujeres en edad fértil tienen fibromas, aunque no todas son diagnosticadas. Otras investigaciones estiman que 30% - 77% de las mujeres desarrollarán en algún momento fibromas en su periodo fértil, aunque solo alrededor de un tercio de estos fibromas son suficientemente grandes para poder ser detectados por un médico durante un examen físico. En más de 99% de los casos de fibroma, los tumores son benignos (no cancerosos). Estos tumores no están relacionados con un cáncer y no aumentan el riesgo que una mujer padezca de un cáncer uterino. Los fibromas pueden variar en cuanto a la dimensión, desde el tamaño de un guisante hasta el tamaño de una toronja pequeña.

    Causas de los fibromas

    No se conoce claramente lo que está causando la aparición de los fibromas. Se cree que cada tumor se está desarrollando de una célula muscular anormal del útero, que se multiplica rápidamente bajo la influencia del estrógeno.

    ¿Cómo afectan los fibromas la fertilidad?

    Aproximadamente 5% - 10% de las mujeres infértiles padecen de fibromas. Su tamaño y ubicación determinan si éstos influyen o no la fertilidad. Entre los agresivos de este punto de vista son los fibromas intramurales, submucosos o muy grandes (con un diámetro superior a 6 cm). Los que crecen en la pared interior del útero pueden determinar cambios en el tejido endometrial y pueden afectar el flujo sanguíneo en la cavidad uterina, lo que hace más difícil que el óvulo fecundado se pegue a la pared uterina. Los fibromas subserosos pueden interferir con el embarazo, comprimiendo o bloqueando las trompas uterinas, impidiendo de esta forma que el semen llegue al óvulo. También, los fibromas que cambian la forma del cuello uterino pueden afectar el número de espermatozoides que entran al útero, y los que cambian la forma del útero pueden interferir con el movimiento de los espermatozoides o del embrión.

Hiperprolactinemia

La prolactina es una hormona producida por la glándula pituitaria. Las principales funciones de la prolactina están relacionadas con el embarazo y la producción de leche materna para el recién nacido. Sin embargo, la prolactina puede tener un nivel alto también cuando la mujer no está embarazada o amamanta, provocando una variedad de condiciones que pueden afectar la función menstrual y la fertilidad.

    Causas de la hiperprolactinemia

    Hay muchos trastornos que pueden aumentar el nivel de prolactina. Los crecimientos normales aparecen durante el embarazo como respuesta al estímulo del pezón (normalmente después del nacimiento del recién nacido) y en los momentos de estrés. Los crecimientos anormales de la prolactina pueden aparecer cuando las células que producen la prolactina del interior de la glándula pituitaria (las células lactotrofas) producen más hormona de lo que es necesario o cuando las células lactotrofas crecen de forma anormal, formando tumores (prolactinoame). El nivel alto de prolactina también puede aparecer como efecto secundario de ciertos medicamentos psiquiátricos. Otra causa de la producción excedentaria de prolactina puede ser el hipotiroidismo. A veces, se desconoce la causa.

    Síntomas de la hiperprolactinemia

    Hiperprolactinemia puede causar una ovulación irregular o incluso su ausencia, lo que resulta en infertilidad. Las mujeres que padecen de este trastorno tienen a menudo ciclos menstruales irregulares y pueden presentar lactancia cuando no están embarazadas (la llamada galactorrea).

    Además, el exceso de prolactina puede influir directamente la función de esteroidogénesis de los ovarios, provocando trastornos del ciclo menstrual.

    Hiperprolactinemia es una causa relativamente común de la amenorrea secundaria (interrupción del sangrado menstrual después de la aparición del primer menstrua) y de la metrorragia (sangrado vaginal fuera del flujo menstrual).

    A falta de los trastornos de menstruación, muchas veces, la hiperprolactinemia no es diagnosticada.

    Diagnóstico de la hiperprolactinemia

    Una prueba de sangre sencilla para medir la cantidad de prolactina sérica puede confirmar un diagnóstico de hiperprolactinemia. Dado que cada persona tiene variaciones diarias del nivel de prolactina, es posible que sea necesario repetir la prueba de sangre para establecer un diagnóstico, si los niveles de la hormona son ligeramente elevados. Muchas mujeres reciben este diagnóstico trás una evaluación en cuanto a la infertilidad o menstruaciones irregulares, pero otras no presentan ningún síntoma. Los crecimientos leves del nivel de prolactina normalmente no causan cambios notables en los ciclos menstruales, aunque éstos pueden disminuir la fertilidad general. Los niveles más altos de prolactina pueden provocar ciclos menstruales irregulares y reducen significativamente la fertilidad de una mujer, a veces causando síntomas de la menopausia (la falta de ciclos menstruales, sofocos, sequedad vaginal) e infertilidad.

    Tratamiento de la hiperprolactinemia

    El tratamiento dependerá de la causa de la producción en exceso de prolactina. Si se da un diagnóstico de hipotiroidismo, se prescribirá un medicamento contra la tiroides. Al corregirse el problema de la tiroides, la cantidad de prolactina de la sangre debería disminuir a un nivel normal. Si hay un tumor en la glándula pituitaria o se desconoce la causa de la hiperprolactinemia, el tratamiento con medicamentos puede reducir el nivel de prolactina. Los medicamentos también hacen que los tumores hipofisarios disminuyan. Aunque estos medicamentos son muy eficientes para traer el nivel de prolactina a un intervalo normal, ellos no pueden curar el trastorno. Si interrumpe el tratamiento, es posible que el nivel de prolactina vuelva a aumentar y, probablemente, los síntomas volverán. El nivel de prolactina de la sangre al llegar a los límites normales, las menstruaciones deberían ser más regulares y que se produjera la ovulación. Los aumentos de la hormona prolactina normalmente responden bien a los medicamentos y pocas veces necesitan cirugía.

Otras enfermedades

Las anomalías congénitas de los órganos genitales son defectos anatómicos de nacimiento ubicados a nivel de los órganos genitales femeninas. También hay anomalías que aparecen durante la vida y se deben a ciertas enfermedades o medicamentos. Éstas se deben corregir antes de concebir un hijo, porque pueden causar infertilidad o pueden poner en peligro la evolución del embarazo si se produce la fecundación. Estas anomalías son: anomalías en cuanto la forma del útero presentes al nacer, el desarrollo (útero septado, unicornio, bicornio, didelfo, doble, arcuato) o la posición (útero retroverso), anomalías del endometrio, anomalías en cuanto la forma de los óvulos, así como anomalías de las glándulas suprarrenales y tiroideas o anomalías del eje hipotálamo-hipófisis-ovario.

Las anomalías uterinas favorecen la aparición de la infertilidad, pero no porque no es posible concebir un hijo, sino debido al hecho de que es posible que el embarazo se pierda en cualquier momento a causa de la forma y la estructura anormal, en la que el feto no se puede desarrollar adecuadamente.

El moco cervical anormal afecta el movimiento de los espermatozoides desde la vagina hacia el cérvix. Éste puede tener dos causas: o hay anomalías cervicales congénitas (falta de las glándulas cervicales, falta de los receptores hormonales etc. ), o ciertas intervenciones que destruyeron el moco endocervical.

Los anticuerpos antiespermáticos se desarrollan en el conducto cervical y aparecen como una reacción inmune al semen. Estos anticuerpos afectan la motilidad de los espermatozoides e impiden la fecundación. Los anticuerpos son moléculas proteicas que pertenecen a la familia de las inmunoglobulinas, que pueden interferir con la actividad del semen en diferentes maneras: inmovilizan los espermatozoides, los aglutinan, les limitan la capacidad de recorrer el moco cervical o los impiden penetrar el óvulo. Estudios recientes han descubierto la relación entre las infecciones del tracto genital y la producción de anticuerpos antiespermáticos, y una de las más estrechas relaciones se encontró en el caso de la infección con Chlamydia trachomatis.

La incompatibilidad Rh aparece en el caso de una transfusión sanguínea de una persona con Rh positivo (donador) a una persona con Rh negativo. En obstétrica, la denominación de incompatibilidad Rh se usa para describir una situación donde una madre con Rh negativo está embarazada, y el feto teniendo Rh positivo. El feto siempre heredará el gen Rh del padre, y por ello es importante que se conozca el Rh de las parejas antes de concebir. La incompatibilidad del grupo Rh no influye la posibilidad de concebir un hijo, sino que en los siguientes embarazos, si el feto vuelve a tener Rh positivo, existe la posibilidad que la sangre de la madre se mezcle en cantidades variables con la del feto y así aparecer grados distintos de hemolisis, desde una simple ictericia neonatal hasta la muerte del feto en el útero. Si la madre es Rh negativo y el padre Rh positivo, tras el primer embarazo (o el primer aborto) se administra inmunoglobulinas anti-factor Rh.